Bienvenidos...

Los calendarios muestran que andamos en el año 2011… Siglo XXI escuchamos por ahí… El tiempo es implacable y no se detiene… Y entre tantas, tantísimas evocaciones, en mi reminiscencia brilla una en especial. Se las confío: en aquellos lejanos días, cuando de niño soñaba en el pupitre, con ojos despiertos y dormidos, que en esta época que hoy nos toca vivir, andaríamos en astronaves rumbo a otros planetas… Que nos haríamos amigos de seres de distintas galaxias… Y sobre todo que viviríamos en un mundo donde la paz reinara... Aquella quimera, terminaba justo cuando escuchaba el espeluznante grito de la profesora que me despertaba para que prestara un poco de atención a la clase.

Este blog lo dedico a todas aquellas personas que tratan de convertir este mundo en un lugar mejor para vivir.


sábado, 20 de noviembre de 2010

Sexta semana. 15 y 18 de noviembre de 2010.

“Todo acto educativo implica un esfuerzo docente-discente importante. Desaprovechar tal esfuerzo, implica utilizar instrumentos de evaluación arcaicos, que sólo dejan un sabor amargo en el alumnado e impiden atesorar los logros y recomponer aquellos tópicos que aún queden por lograr”.
 

 Actividades realizadas:
       ü  Lecturas reflexivas.
ü  Revisión de cuadernos.
ü  Orientación durante la realización de problemas matemáticos.
ü  Actividades efectuadas en el laboratorio de computación.
ü  Aplicación de ejercicio evaluativo.
Esta semana aprendí… que la evaluación es parte fundamental de la planificación, por lo tanto, está estrechamente vinculada tanto al proceso de enseñanza como al de aprendizaje. No obstante, el aprobar o desaprobar una evaluación, ha cobrado vida propia dentro del aula y comienza a tener un lugar preponderante en el proceso de enseñanza. Por lo tanto, debemos prestar suma atención a todos los aspectos que estamos considerando al momento de evaluar el desenvolvimiento de las actividades escolares.
Una pregunta que surge indefectiblemente, es la referida a las diferencias existentes entre tomar la evaluación como una herramienta de control de lo aprendido o como una herramienta de reflexión del proceso de aprendizaje. Esta interrogante es esencial para poder diferenciar modelos pedagógicos antagónicos, pues controlar lo enseñado por el docente y lo aprendido por el alumno, está íntimamente asociado con el ser juzgado, con lo autoritario, con el cumplimiento “del programa”, con expresiones del tipo: “mañana… prueba escrita” o “saquen una hoja”. Si la evaluación va asociada a todo lo precedente, estará alejada de un proceso verdadero y significativo de aprendizaje, donde la curiosidad, el deseo, la búsqueda, la creatividad o el análisis conforman sus ejes primordiales.
En cambio, si evaluar es parte del mismo proceso de aprendizaje e implica revisar errores y rever lo aprendido, es posible que así el alumno pueda ver sus propias dificultades y sus propios logros, involucrándose y mejorando las probabilidades de producir un proceso deseable de aprendizaje, que le permita a su vez, vislumbrar cuál será el camino que debe emprender en adelante. Por lo tanto, debemos entender que la evaluación "es un instrumento que provee retroalimentación tanto al docente como al alumno, admitiendo modificar aspectos relacionados con la planificación y, especialmente, con el proceso de aprendizaje".
El aspecto donde nosotros como docentes, ponemos el acento al momento de evaluar, define la propuesta pedagógica que sustenta nuestro trabajo, pues no es lo mismo evaluar determinados contenidos desde la comprensión, que evaluar desde lo memorístico. Tampoco es igual, retomar los errores visualizados para propiciar un entorno de reflexión y de retroalimentación, que asignar una escala de calificación y devolver la evaluación sin más.
La evaluación sólo cobrará sentido si, a partir de ella, el alumno puede de manera activa y consciente revisar y mejorar su propio proceso educativo.

  
Registro fotográfico:


Proceso de evaluación... Generando nuevos criterios.

¿Quién llegará primero?

Sólo quería preguntar algo...

Ten cuidado... Te puedes caer.

1 comentarios:

Dr. Hendry J. Luzardo M. dijo...

Jesús, nuevamente esta semana tu reflexión es profunda y valedera, sin duda alguna la respuesta a tu pregunta sobre si tomar la evaluación como una herramienta de control de lo aprendido o como una herramienta de reflexión del proceso de aprendizaje, denota tu interés por poner en práctica todo lo aprendido en la carrera, que muchas veces se aleja de la realidad que se vive en el aula. Aunque la respuesta es inminente y obvia no es fácil deslastrarse de la evaluación tradicional y mucho más en ese grado y con tantos estudiantes. Éxitos y adelante

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